Oferta de Condorchem Envitech
Aunque las aguas aceitosas pueden en algunos casos ser tratadas mediante un sistema de flotación por aire disuelto (DAF), o mediante un proceso biológico, utilizando membranas VSEP (vibratorias), etc. Condorchem Envitech ha desarrollada una tecnología eficiente e innovadora basada en la evaporación al vacío.
El proceso de evaporación es el único que permite separar el aceite del agua sin la necesidad de pretratar el efluente y sin requerir más procesos posteriores, puesto que el agua producida es de elevada calidad y permite su reutilización directa.
En cuanto a los residuos, a diferencia de los procesos de membranas, no genera ningún otro efluente residual. Se genera un residuo semisólido que por su composición se puede revalorizar en otros procesos, como en una codigestión anaerobia.
Otra gran ventaja de la evaporación al vacío de los efluentes aceitosos es su elevada capacidad de adaptación a las características cambiantes del efluente a tratar, lo cual hace que se trate de una alternativa robusta y eficaz. Además, al operar en condiciones de vacío, el consumo energético es contenido obteniéndose una elevada eficiencia energética.
Son equipos compactos y por lo general no se requiere de un gran espacio físico y su utilización es sencilla y puede ser automatizada.
Sin duda, es la alternativa clave para el tratamiento de los efluentes aceitosos.
Nuestros evaporadores
Concepto (necesidad y beneficios)
Aparentemente, el aceite y el agua no se mezclan. Pero en determinadas proporciones relativas sí que pueden coexistir como una solución más o menos homogénea, que recibe el nombre de emulsión. Generalmente, en una emulsión existe una fase dispersa (minoritaria) repartida en una fase continua (mayoritaria).
Numerosos efluentes industriales están formados por emulsiones, en las que el agua es el componente mayoritario y el aceite aparece como gotas dispersas de forma uniforme en toda la fase acuosa. La concentración y el tamaño de las gotas de aceite dependen básicamente de la agitación. Si la emulsión se deja reposar, los dos componentes tendrán tendencia a irse separando debido a la diferencia de densidad. Aunque generalmente no se conseguirá una separación perfecta y parte de las gotas de aceite permanecerán en suspensión en el agua. Existen compuestos, los tensioactivos, que son emulsionantes (o emulgentes), es decir, mantienen mezcladas dos sustancias que son inmiscibles.
Estos efluentes formados por aguas aceitosas deben ser tratados convenientemente tanto si se desea verterlos a la red pública de saneamiento como si se tiene la intención de reutilizar el agua. Existen diferentes procesos que permiten este objetivo, si bien no hay ninguna técnica que sea adecuada para todas las situaciones que se puedan dar, a excepción de la evaporación al vacío, que es la más utilizada por su eficacia.
Sectores y tecnologías
En múltiples aplicaciones industriales se generan emulsiones aceitosas, como es el caso de:
- Aguas de limpieza contaminadas con aceites, grasas e hidrocarburos
- Aguas de lavado de piezas en el proceso de desengrase
- Agua inyectada en pozos de perforación para desplazar el aceite
- Lubricante en procesos de mecanizado, utilizado para reducir el desgaste de las piezas metálicas.
- Aguas con emulsión desmoldeante
- Aguas de enjuague en procesos galvánicos y de tratamiento de superficies
- Aguas que arrastran líquidos utilizados en la detección de fisuras mediante penetración