El Real Decreto 117/2003 sobre limitación de emisiones de compuestos orgánicos volátiles debidas al uso de disolventes en determinadas actividades es la normativa más directamente relacionada con las emisiones de COV’S.
Este Real Decreto, que es la transposición de la Directiva Europea 1999/13/CE, señala las actividades industriales que quedan afectadas, y para cada una de ellas marca un umbral en el consumo de disolventes, así como unos límites de emisión de COV’s en los gases que salen por chimenea y en las emisiones difusas. Los sectores de actividad afectados son muy variados y entre ellos, dos de los que destaca más por su amplio rango de afectación, son las actividades relacionadas con la industria química y farmacéutica, dos sectores que deben prestar atención especial a la depuración de emisiones con COV.
En los procesos de fabricación de los productos vinculados a estos sectores es muy habitual el uso de disolventes, entre los cuales podemos destacar los hidrocarburos alifáticos derivados del petróleo, xileno, tolueno, alcohol isopropílico, metanol, etanol, cetonas, benceno y diclorometano.
En el Anexo II del R.D. 117/2003 se marcan los límites de emisión de gases residuales para las distintas actividades afectadas. Estos límites son muy distintos según el tipo de industria y los disolventes consumidos.
Para el cumplimiento del Real Decreto, una de las primeras alternativas que se plantean las industrias es la substitución de los productos utilizados por productos similares que estén exentos de disolventes. Un inconveniente que presenta la sustitución de productos, es que a menudo exige la compra de maquinaria nueva y cambios en el proceso productivo. Además, a veces, y sobretodo en el sector químico-farmacéutico, no es posible hacer estos cambios, pues hay muchos compuestos que son insustituibles en el proceso de producción.
Cuando la alternativa por la que se opta, es reducir la concentración de COV’s en las emisiones de gases residuales que salen por chimenea, hay diversas tecnologías para el tratamiento de aire que se pueden aplicar:
Oxidación térmica regenerativa
Oxidación térmica recuperativa
Oxidación catalítica
Adsorción en carbón activo
Rotoconcentración con zeolitas
Para seleccionar la más adecuada hay que analizar detalladamente en cada caso las características del aire a tratar y la capacidad tecnológica de la industria afectada.