El tratamiento de salmueras es una de las mayores preocupaciones medioambientales en las empresas que generan este tipo de residuo, debido a su alta carga contaminante y a las dificultades que supone su tratamiento.
La salmuera es una solución acuosa concentrada con una o más sales, generalmente cloruro de sodio. Las salmueras se generan en múltiples actividades industriales, siendo las más comunes las plantas de generación de energía, la industria del curtido de pieles, la industria que producen alimentos en conserva (olivas y encurtidos, salazones, jamones y embutidos, etc.), las industrias química y farmacéutica, así como todas aquellas que tratan elevados volúmenes de agua (descalcificación, desmineralización, ósmosis inversa, etc.).
Los efluentes salinos, aún al carecer de peligrosidad, deben ser correctamente gestionados, ya que su descarga no controlada puede causar un elevado impacto ambiental. Esta gestión no siempre es sencilla y la opción más idónea depende siempre de una larga lista de factores, como caudal, concentración, situación geográfica, disponibilidad de fuentes residuales de energía, etc. Entre las opciones posibles de gestión de las salmueras, no cabe duda que la más sostenible ambientalmente consiste en abordar su tratamiento.
Las técnicas convencionales (tratamientos fisicoquímico y biológico) no son viables para tratar los efluentes de salmueras. Para garantizar la máxima eficiencia se debe recurrir a técnicas como la ósmosis inversa, la electrodiálisis y la evaporación al vacío. En función de la concentración inicial de sales de la salmuera, puede ser conveniente un primer proceso de concentración del efluente mediante ósmosis inversa. Si la concentración de la salmuera ya es elevada, la etapa de ósmosis inversa es prescindible. A continuación, la salmuera concentrada se somete a un proceso de evaporación al vacío en el que se concentra aún más y se genera una corriente de agua de gran calidad que puede ser mezclada con la producida en la ósmosis inversa. Finalmente, mediante un proceso de cristalización se obtienen las sales en estado sólido, cristalizadas y secas. Las sales pueden ser revalorizadas para su uso en el control de heladas, en la regeneración de resinas, etc.
En la etapa de concentración, el proceso de ósmosis inversa puede ser substituido por un sistema de electrodiálisis, el cual también permitiría concentrar el efluente de salmuera y producir un caudal de agua con una muy baja concentración de sales.
Si se dispone de alguna fuente de energía residual, puede ser ésta aprovechada en el proceso de evaporación al vacío, obteniendo unos resultados excelentes a un precio muy competitivo.
La ósmosis inversa y la electrodiálisis son procesos que pueden optimizar el tratamiento de las salmueras. Pero por sí solos no constituyen una alternativa de tratamiento, puesto que producen un caudal de agua sin sales a cambio de generar siempre un efluente residual, en este caso con una concentración de sales aún más elevada.
La tecnología clave en el tratamiento de las salmueras es la evaporación al vacío, técnica en la cual Condorchem Envitech es una empresa especialista con una amplia experiencia diseñando y construyendo los equipos que mejor se adaptan a las particularidades de cada cliente.
Los evaporadores al vacío han demostrado ser, con diferencia, la tecnología de aplicación más exitosa para este tipo de efluentes residuales. Permiten por un lado obtener el más alto grado de concentración posible, incluso hasta sequedad de la sal, y del otro obtener un efluente depurado que puede cumplir normalmente con los límites de vertido habituales, por su baja conductividad y presencia de contaminación orgánica.
La gestión del concentrado es el punto más comprometido del tratamiento. Debemos intentar minimizarlo todo lo que sea posible y económicamente viable, pues su destino final será gestor de residuos (si es una salmuera muy concentrada) o incluso vertedero, en el caso de poder llegar a precipitar la sal.