STEVIA proceso industrial para la extracción y producción de edulcorante natural.
La Stevia es una planta originaria de Paraguay, cuyas hojas contienen una sustancia denominada esteviósido. Dicho esteviósido está compuesto de glucosa y rebaudiósido, lo cual confiere a la stevia un poder edulcorante muy superior al del azúcar, con la ventaja añadida de que se trata de un edulcorante mucho más beneficioso para la salud, ya que no contiene calorías y posee numerosas vitaminas, minerales y nutrientes.
Para llegar a convertir la planta en cristales y polvo para su consumo se requiere del siguiente proceso:
Recogida de las hojas de Stevia y secado de las hojas a la sombra con una humedad en torno a un 7% u 8%.
Triturado de las hojas en una trituradora industrial.
Extracción del esteviósido en marmitas de vapor a una temperatura aproximada de 60º C.
Tras la extracción sigue un proceso de pretratamiento con filtros, con el objetivo de retener las partículas de mayor tamaño, que son las que pueden saturar las membranas que se utilizaran posteriormente. Se utilizan filtros de diferentes tamaños, desde 20 micras a 1 micra, así como carbón activado.
La siguiente etapa es el proceso de microfiltración y se lleva a cabo para eliminar algunos pigmentos y sustancias de alto peso molecular mediante membranas de ultrafiltración. Este proceso permite obtener un 20% de concentrado y un 80% de diluido. La membrana retiene el concentrado obtenido, que vuelve a ser mezclado con agua y sometido nuevamente al proceso para asegurar una extracción óptima de los edulcorantes.
Por su parte, el diluido pasa a un nuevo proceso mediante membranas de nanofiltración que repite el mismo proceso y obtiene los mismos resultados que la anterior etapa. Se obtiene un concentrado del 20%, que se vuelve a mezclar con agua para ser sometido por segunda vez al proceso, y un 80% de diluido que es enviado al siguiente proceso de extracción.
Finalmente, el concentrado de edulcorante que hemos ido obteniendo en las diferentes etapas es sometido a un proceso de cristalización mediante evaporadores al vacío. El objetivo es evaporar el agua y obtener una sustancia sobresaturada que facilite la formación de los cristales.
Para acabar se aplica un proceso de secado a los cristales que reduzca la humedad a un 2% mediante una corriente de aire caliente.
En este punto ya tenemos el concentrado de stevia listo para ser producido y preparado para su venta.