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Condorchem Iberica ha ganado el concurso para llevar a cabo la segunda fase de la ampliación de la planta de residuos urbanos del Segriá, en la provincia de Lérida.

Un problema muy común en los vertederos de residuos sólidos urbanos (RSU), como es el caso que nos ocupa, es que se generan unos efluentes líquidos muy contaminantes que suponen un serio problema medioambiental: los lixiviados. Dichos efluentes proceden de la degradación y descomposición de la materia orgánica presente en estos residuos, así como del agua de lluvia que percola a través de ellos.

En consecuencia, en un vertedero de RSU se generan unos efluentes líquidos de color oscuro y olor penetrante que no pueden verterse sin un tratamiento previo, y que se caracterizan por una muy elevada carga orgánica, alta conductividad, fuerte presencia de iones metálicos y también por un elevado contenido en nitrógeno amoniacal.

El doble objetivo de esta ampliación es obtener una planta con capacidad para tratar una mayor cantidad de residuos, provenientes de diversas poblaciones cercanas al vertedero, y mejorar al mismo tiempo la eficacia en los sistemas de tratamiento empleados con los residuos urbanos que se reciben, de forma que los resultados obtenidos se ajusten a las normativas estatales y europeas.

En este sentido, cabe destacar que el tratamiento actual de los lixiviados en el vertedero comarcal permite reducir 100 litros de líquido con materia residual a unos 50. Con la nueva planta, que se unirá a la ya existente, la fracción resultante será de 25, lo que supone un importante avance. Además, estos desechos se transportaran a otra planta externa para completar su tratamiento y reducirlos a una pasta de residuos inerte que pueda almacenarse.

Aunque originalmente se optó por realizar tratamientos de depuración fisico-química de aguas residuales y/o biológicos en este tipo de efluentes, para obtener los resultados deseados será necesario desarrollar y poner en marcha tratamientos físicos de concentración, que ofrecen una mayor eficacia y rendimiento en estos casos. En especial, los sistemas de evaporación al vacío combinados o no con ósmosis inversa previa o posterior, dado el elevado porcentaje de minimización del lixiviado y la obtención de un agua depurada resultante que permite ser adecuada a vertido de una forma sencilla, incluso cuando los límites son los más exigentes. Otra de las ventajas de estos sistemas son los muy moderados costes de tratamiento.

Además, en los casos en que exista en el vertedero generación de biogás, éste puede aprovecharse como fuente energética de aporte al sistema de evaporación al vacío, bien mediante una caldera con quemador de biogás, o bien mediante sistemas de cogeneración.