A finales del pasado 2008 el Consejo de Ministros aprobó definitivamente el texto del Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015.
El Plan tiene como principales objetivos frenar el crecimiento en la generación de residuos, erradicar el vertido ilegal, fomentar la prevención y la reutilización, consolidar el reciclado y su valoración, así como completar las infraestructuras de gestión de residuos y mejorar su funcionamiento.
El nuevo plan se desarrolla al amparo de la nueva Directiva Marco de Residuos de la UE y recoge algunas de las consideraciones presentadas en esta Directiva, como las relativas a la valorización energética y a la jerarquía de residuos, dejando abierta una revisión bianual del plan para ir adaptándolo a las necesidades que de la aplicación de la Directiva Marco de Residuos se deriven. Dicha revisión se hará de acuerdo a los objetivos de valorización energética, que se revisarán en concordancia con la futura Ley de eficiencia energética y energías renovables y el Plan de energías renovables.
Entre los residuos a tratar quedan incluidos tanto los residuos domésticos y similares (urbanos de de origen domiciliario), como los residuos con legislación específica (peligrosos, vehículos y neumáticos fuera de uso, pilas y acumuladores, aparatos eléctricos y electrónicos, residuos de construcción y demolición, y lodos de depuradoras), suelos contaminados y el tratamiento de residuos industriales no peligrosos y los agrarios. También contempla la reducción de vertidos de residuos biodegradables.
El nuevo plan se desarrolla al amparo de la nueva Directiva Marco de Residuos de la UE y recoge algunas de las consideraciones presentadas en esta Directiva, como las relativas a la valorización energética y a la jerarquía de residuos, dejando abierta una revisión bianual del plan para ir adaptándolo a las necesidades que de la aplicación de la Directiva Marco de Residuos se deriven. Dicha revisión se hará de acuerdo a los objetivos de valorización energética, que se revisarán en concordancia con la futura Ley de eficiencia energética y energías renovables y el Plan de energías renovables.
Entre los residuos a tratar quedan incluidos tanto los residuos domésticos y similares (urbanos de de origen domiciliario), como los residuos con legislación específica (peligrosos, vehículos y neumáticos fuera de uso, pilas y acumuladores, aparatos eléctricos y electrónicos, residuos de construcción y demolición, y lodos de depuradoras), suelos contaminados y residuos agrarios e industriales no peligrosos. También contempla la reducción de vertidos de residuos biodegradables.
La finalidad del Plan es la de promover una política adecuada en la gestión de los residuos, disminuyendo su generación e impulsando un correcto tratamiento de los mismos: prevención, reutilización, reciclaje, valoración y eliminación. Así mismo, persigue la implicación de todas las Administraciones públicas, consumidores y usuarios, con objeto de que asuman sus respectivas cuotas de responsabilidad, impulsando la creación de infraestructuras que garanticen este correcto tratamiento y gestión de los residuos en los lugares más próximos a su generación.